Ocurrió una medianoche
a mediados de verano;
lucían pálidas estrellas
tras el potente halo
de una luna clara y fría
que iluminaba las olas
rodeada de planetas,
esclavos de su señora.
Detuve mi mirada
en su sonrisa helada
-demasiado helada para mí-;
una nube le puso un velo
de lanudo terciopelo
y entonces me fijé en ti.
Lucero orgulloso,
remoto, glorioso,
yo siempre tu brillo preferí;
pues mi alma jalea
la orgullosa tarea
que cumples de la noche a la mañana,
y admiro más, desde luego,
tu lejanísimo fuego
que esa otra luz, más fría, más cercana.
Edgar Allan Poe
6 comentarios:
Hola mi presioso Esteban!
Me encanta tu manera de escribir
¿Ya te lo habia dicho??
Pss otra vez y que??
jajajajaja
=P
Y esas fotos... maravillosas!
Te quiero muchisimo mi niño!
Besos
bye
anda que me gusto la foto :D
y el poema también, lalala ♪
ehm no se que más decir...
hueles mal XD
jaja
algun dia dime como le haces para elegir los texto que subes lol
saludos ^^
Buen poema de Edgar Allan Poe Stay metal hay te encargo me visites o de plano te retaches a la warrofiesta proximo sabado
¡Ih!
Pues ya te desobedecí.
¡Es más!
Tú hiciste que desobedeciera...
Así que no cueeeeeeeeenta :D
Es curioso sentir el fuego en la lejanía...Mas que en lo cercano.
Será que atrae el misterio de lo inalcanzable.
Creamos un nuevo puente.
Un abrazo y un placer leerte
Gracias, por comentar...
¡Saludos a todos!
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