Ya me había destrozado las botas y convertido en jirones las medias. Ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos amenazadores alrededor y luego continuaba su obra.
Pasó un caballero, miró unos minutos y me preguntó por qué toleraba al buitre.
- Estoy indefenso –dije- Vino y empezó a picotearme, desde luego trate de alejarlo, y hasta pensé en estrangularlo, pero estas aves son muy fuertes.
Quería atacar mi cara. Preferí sacrificar los pies, ahora están casi hechos pedazos.
- Extraño que deje usted atormentar así –dijo el caballero- un tiro y se acabo el buitre.
- ¿Lo cree usted? –dije-, ¿Y podría hacerlo?
- Encantado –dijo el caballero- Solo tengo que ir hasta mi casa por la escopeta, ¿Podría usted esperar una media hora?
- No estoy muy seguro– le respondí- y por un instante me quedé rígido de dolor; después agregué; por favor, pruebe de todos modos.
- Muy bien –Replico el caballero- Regresare lo antes posible.
El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado vagar la mirada entre el señor y yo.
Me di cuenta de que había comprendido todo, ya que levanto vuelo y haciéndose atrás para tomar impulso, se lanzo como una jabalina y clavo su pico en mi boca, muy profundamente.
Al caer de espaldas, me sentí liberado al ver que el buitre se ahogaba en mi sangre, la que iba inundando su cuerpo entero.
2 comentarios:
Muy buenos días, estoy pasando a saludar a todos los seguidores de “AL ESPIRITU DIVINO QUE LLEVABA EN SU INTERIOR…”
Desde ya, aprovecho para agradecer por ser parte de este gran viaje...
Te mando muchos besos y las mejores vibras...
Saludoors...
Larga vida al rey lagarto...
Peace...
http://thelizargking.blogspot.com
Gracias por estar...
Que buen relato,bien estructurado,con un final abierto.
Así como la boca conteniendo al buitre.
Publicar un comentario